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Anécdota, el pasajero que por exceso de sueño en el autobús tuvo que ser bajado por la policía

Interior bus

Imagen referencial



Por: Miguel Ángel Fuentes Tapia 
Responsable de Fan Bus

Sueño aquello que muchas veces nos pasa la cuenta en distintas circunstancias por cansancio o dormir pocas horas cuando invade nuestro cuerpo resulta difícil librarse de aquello. Cuando viajamos en bus, los trayectos se pueden pasar escuchando música, mirando el paisaje, conversando, viendo alguna película o durmiendo a como de lugar.

Lo siguiente es una anécdota que me sucedió siendo auxiliar a bordo de Buses Ahumada aquí en Chile, fue en agosto del 2009 como dato busologo estaba por esos días trabajando en un Marcopolo Paradiso 1050 G6 Mercedes Benz O 400 lógicamente en una época con clima aún frío. Todos quienes hemos viajado en bus, sobre todo en invierno, podemos dormir con mayor facilidad por la sensación que genera la calefacción.

Recuerdo que era nuestro último viaje del día, teníamos salida desde Santiago hacia Los Andes a las 20:00 para llegar aproximadamente a las 21:15 o 21:20 según el tránsito. Tenía las escotillas abiertas antes que llegaran los pasajeros, un hábito común para facilitar la ventilación entre cada salida, la noche estaba bastante fría y acercándose los minutos previos a nuestra salida, cerré escotillas, encendimos las luces, fijamos horario como destino para esperar a quienes viajarían con nosotros.

Inicio del viaje

Salimos del Terrapuerto Los Héroes con calma ahí aproveché de encender la calefacción dejándola en 23 grados, tras ello fui a verificar cuantos pasajeros a bordo había confirmando además en la hoja de ruta que nadie subía en ruta. En total eran 38 personas las que viajaban el bus, que tenía capacidad para 46, al cortar pasajes consultando los descensos, noté a una persona la cual claramente deseaba dormir con el asiento reclinado para descansar.

Terminé el proceso de los pasajes regresando a la cabina, apagué las luces dejando activadas las de lectura individual más las de sueño, como tripulantes nosotros veíamos una ruta calma conversando acerca del horario que tendríamos al día siguiente acompañado de la iluminación de los indicadores más la radio a un volumen moderado. El resto del tramo fueron dos vueltas que hice por el salón de pasajeros para controlar que el ambiente no estuviera sofocante debido a la calefacción, algo que no sucedió

Pasamos el peaje de Chacabuco, indicativo de que estábamos más cerca de Los Andes, muchas personas a esa altura curiosamente se despiertan, otras lo hacen pero siguen durmiendo. Pasamos por "El Castillo" en Calle Larga a esa altura de noche, normalmente encendíamos las luces en general para despertar en parte a quienes dormían, bajaron algunas personas en la Plaza de Calle Larga llegando a Los Andes una pareja de adultos mayores en la calle Perú y otro grupo donde se ubica el terminal de la empresa

Alguien que no bajaba

Saliendo del terminal debíamos pasar por avenida Chacabuco, Independencia, Av. Argentina y bajar por Santa Teresa donde descendían las ultimas personas, a una cuadra de Carabineros debía bajar el pasajero que dormía profundamente como si estuviera en su casa. Cuando salimos del terminal lo desperté de forma anticipada porque percibía que no sería fácil su descenso tras insistir de distintas formas para que estuviera atento para bajar esta persona, más se acomodaba en el asiento afirmando apenas "si está bien" "ya" para seguir durmiendo.

Frente al poco efecto que surgía, la insistencia con cuidado para evitar una eventual agresión le comunique al conductor lo que pasaba, quien me respondió "pasamos a Carabineros y listo si ve a uno de ellos de seguro se baja". Así fue nos detuvimos a fuera de la Tercera Comisaria de Los Andes, ingresé contándole a un carabinero lo que sucedía y accedió para despertar a este pasajero atrapado por el sueño, la voz firme y alta del funcionario policial más su uniforme surtieron efecto cuando el joven abrió los ojos observó alguien que le pedía descender argumentándole que nosotros debíamos guardar el bus y descansar.

La persona en cuestión bajó rauda dirigiéndose en dirección hacia donde debía bajar nosotros, en tanto agradecimos al carabinero la asistencia y continuamos para guardar la unidad, dejándola lista para el día siguiente. Situaciones como la descrita de seguro hay muchas formando parte del trabajo diario vinculado al transporte de pasajeros.

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