Bus en ruta


Por: Miguel Ángel Fuentes Tapia
 Responsable de Fan Bus

La vida en ruta abordo de un bus tiene de dulce y agraz, altos, bajos, alegrías o tristezas es una mezcla de emociones. Aquello no impide que conductores como auxiliares abordo detengan su labor diaria "cumpliendo horario" frase constante en su profesión desconocida por pasajeros. 

Aquí no hay distinción de países, algunos tras el volante pueden trabajar solos haciendo relevos con sus colegas en lugares específicos. Otros como tripulación completa en la unidad donde le objetivo común es ir desde un punto a otro sin contratiempos ni novedades. Muchas veces lejos de casa por días, añorando regresar a la calidez y ceno familiar.

Es una responsabilidad que se asume con orgullo cuando por primera vez se sale a trabajar con la inexperiencia evidente, mezclada de curiosidad e ilusión, la cual con el tiempo se mejora ganando mayor seguridad. Son kilómetros recorridos de aprendizaje constante, allí las enseñanzas de los más experimentados se van entregando con aquel valor que siempre se agradece. Es una profesión donde el día a día se hace con fortaleza, voluntad, compromiso, no es para cualquiera ya que se necesita constancia. 

Desafíos o pruebas

Hay días en donde la pendiente del camino se vuelve más pronunciada instancias en las cuales se necesita la energía suficiente para seguir adelante. Ausencia de un colega, fallas mecánicas, alta demanda de pasajeros, exceso de equipaje, problemas con venta de pasajes, etc. la lista es amplia. 

¿Quiénes están al frente?… los tripulantes, tratando de lidiar con todo solo con el deseo de superar los contratiempos, sin olvidar aquellas críticas de redes sociales y dispositivos móviles. Son calificados a veces de incompetentes, pero siguen adelante a pesar de lo tormentoso del entorno sin temor, con frío, calor, de día o de noche su labor no se detiene.

La segunda casa

De un piso o de dos con mayor o menor equipamiento, el bus se transforma en aquella querida segunda casa. Cuando se recorren largas distancias se pueden apreciar desde el parabrisas de la cabina todos los contrastes que el viajar entrega, de forma fascinante. El amanecer, atardecer como anochecer, momento en donde los indicadores del tablero cobran vida acompañando aquellas horas de sueño para otros. La litera para el cambio y descanso de conductores es un lugar deseado por ellos.

En el segundo hogar se desayuna, almuerza y cena puede ser abordo o en un punto de la ruta, tiempo siempre habrá para compartir con los compañeros de la propia empresa o de otra.  Anécdotas, chistes e incluso comentarios del último partido son instancias que se agradecen cuando después se debe volver a estar en movimiento. 


Siempre será un orgullo la unidad en que se trabaja si está asignada de forma específica, los detalles de la presentación son clave a la hora de iniciar cada viaje. Desde los neumáticos, carrocería e interior se destacarán mientras más reluciente esté será mejor, algo necesario para distinguirse del resto.

Familia

Los familiares esperan con ansias el regreso sin nada que afecte el trabajo, siendo el motor fundamental de estar en ruta. Muchas veces por alta demanda los descansos son casi inexistentes, para salir a cubrir un servicio tras finalizar otro, teniendo siempre en mente a los seres queridos añorando su compañía.

Las parejas son un pilar fundamental en aquellas esperas que muchas veces son eternas, pero que al finalizar son un golpe de energía revitalizante, tan solo por llegar a salvo.

Un destino impredecible

Todos los trabajos implican riesgos, para las tripulaciones no es la excepción. Aquella quietud y silencio es lo que sus cercanos nunca mencionan ni desean pero si suceden, son momentos en los cuales solo queremos paz en la ruta…

"Dedicado a todos los tripulantes que trabajan en buses o autobuses según la región del mundo en que se encuentren. Recordando además a quienes por su compromiso en ruta incluso ayudando a otros ahora siguen viajando en otro plano, con la misma dedicación terrenal que en su momento dejaron de manifiesto."