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Miguel Bustillo y la historia del Cametal CX 40

 


Entrevista publicada en Transporte Mundial y Autohistoria
Origen replicada del articulo: autoblog.com.ar
Relato de Miguel Bustillo  Ilustraciones y fotos: Miguel Bustillo y Freddycam


Entrevista al diseƱador industrial Miguel Bustillo nos detenemos exclusivamente en su mejor producto a nivel creativo de diseƱo. Es el Ć³mnibus por el que se asocia su nombre, y ha sido una fuente de inspiraciĆ³n para muchos estudiantes de diseƱo que han tratado de seguir sus pasos. Otro relato en primera persona por quien lleva el BUS en su apellido.

Un hito del diseƱo argentino, el CX 40

El proyecto CX40  (Cametal 1987) es mi producto principal, el que produjo un quiebre en mi carrera y fue mi primer diseƱo completo de un vehĆ­culo, de paragolpes a paragolpes. Su origen data del aƱo 1982, una Ć©poca sombrĆ­a para Argentina y para su industria.

Tras la tragedia de Malvinas no habĆ­a trabajo, no habĆ­a materiales para la producciĆ³n pues estaba cerrada la importaciĆ³n, y el Ć”nimo era muy bajo. Por esos aƱos, y como suele suceder en nuestro paĆ­s, o estamos arriba pegados contra el techo eufĆ³ricos, o estamos deprimidos estrellados contra el piso sin saber quĆ© hacer. En una charla con el Ing. BĆŗa sobre estos temas y de cĆ³mo estas crisis impactan sobre un grupo de trabajo, este me dice -¿QuĆ© podemos hacer?- En eso estĆ”bamos, y para no perder el tiempo y tener algo con quĆ© distraernos positivamente nos pusimos a trabajar en proyectos o soluciones tĆ©cnicas para elaborar, sin la presiĆ³n del dĆ­a a dĆ­a; en una manera positiva de escapar a los malos momentos. Fue asĆ­ que se me ocurriĆ³ elucubrar y proponer cĆ³mo podrĆ­a ser un autobĆŗs de larga distancia de concepto futurista, sin plazos o fechas de entrega, lejano en el tiempo pero pensado con la libertad que da el ocio creativo. Esas fueron las condiciones para que se geste una idea a la que llamĆ© Jetbus, un Ć³mnibus concepto de inspiraciĆ³n aeronĆ”utica con lĆ­neas aerodinĆ”micas y una aspiraciĆ³n a lograr una imagen muy fuerte y atractiva. En esos primeros bocetos desproporcionados y elementales estaba la gĆ©nesis de un proyecto que verĆ­a la luz finalmente de una manera inesperada. La profesiĆ³n de diseƱo industrial suele ser indescifrable para el comĆŗn de la gente y tambiĆ©n para los industriales, aĆŗn cuando ellos son los que te dan empleo. Yo ejecutaba ese rol, y a la vista de todos era quien hacĆ­a dibujitos o tenĆ­a ideas que luego se interpretaban y se podĆ­an pasar a ingenierĆ­a y a producciĆ³n. El clĆ”sico papel que todos los diseƱadores alguna vez han representado en sus vidas. En eso estaba, gestando el proyecto de mi vida, y poco a poco fui avanzando con la idea. ConstruĆ­ la maqueta y esta pasĆ³ a exhibirse en mi oficina de trabajo sujeta al escrutinio general, allĆ­ recogĆ­a opiniones favorables y comentarios tales como: “el dĆ­a que ustedes hagan esto, le pasan a la competencia por arriba”. Otros observadores calificados acudĆ­an al Sr. LĆ”zari, el dueƱo,  y le decĆ­an: Lo que esta haciendo Miguel es viable”, a lo que Ć©l contestaba: “Esto no se puede construir, y lo que estamos haciendo nosotros se estĆ” vendiendo bien (Nahuel III, el Jumbus lanzĆ”ndose), tal vez mĆ”s adelante”. Su consejo hacia mĆ­ fue: “Por ahora no lo muestres mĆ”s, llevĆ”telo a tu casa y tenĆ©lo a buen resguardo”

El proyecto durmiĆ³ cuatro aƱos…


Perfil del JetBus, creado por Miguel Bustillo durante los aciagos dĆ­as de Malvinas (1982)



Maqueta con la que se apresuraron las decisiones para producir a toda mƔquina..

 

El agente iniciador

En la primavera Alfonsinista ya en otros tiempos, un dĆ­a en reuniĆ³n de rutina con un visitador de Scania, con quien tenĆ­a confianza y habĆ­a visto el proyecto del Jetbus, me contĆ³ algo inesperado y trascendental para mĆ­, que se estaba haciendo en Argentina.  Me contĆ³ sobre un proyecto de Ć³mnibus de larga distancia con fisonomĆ­a similar a un aviĆ³n ideado por un tal GarcĆ­a de Carlos Casares, quiĆ©n se habĆ­a juntado con un tal Torres, fabricante de silos, y tenĆ­an el apoyo total del gobernador de Buenos Aires ArmendĆ”riz (UCR 1983) para construirlo en el parque industrial de Necochea, (una localidad portuaria y agroganadera sin industrias metalmecĆ”nicas concentradas) con el nombre de Bus Bala, a producir por la ignota CarrocerĆ­as Necochea, en un pequeƱo galpĆ³n donde no habĆ­a dispositivos ni herramental complejo y el chasis debĆ­a permanecer inmĆ³vil recibiendo partes hasta el momento de rodarlo terminado. Nada de lĆ­nea de montaje. Su lanzamiento era inminente y La empresa de transporte El CĆ³ndor lo hizo producir, encargando 2 unidades para operar ese verano en la ruta a Mar del Plata bajo el nombre de GalĆ”ctico, con un lanzamiento de prensa espectacular. Otras dos unidades se destinarĆ­an luego a la empresa Urquiza, y mĆ”s allĆ” del importante apoyo polĆ­tico, el producto prometĆ­a ser una revoluciĆ³n en el transporte. El proyecto se vendiĆ³ con la maqueta caracterizada con los colores de la prestigiosa empresa La Internacional y cautivaba a todo el mundo. (especialmente a sus mentores)

Fue desolador para mĆ­, no solo porque se trataba de la misma idea, sino que se estaba produciendo en mi propio paĆ­s.


Bus Bala de Carrocerƭas Necochea, el precursor de los buses de larga distancia aerodinƔmicos.


Descubriendo al JetBus

Cierto dĆ­a, tiempo despuĆ©s, ya con los Buses Bala exitosamente corriendo y produciĆ©ndose aunque en baja escala; en Cametal se reunĆ­a el Directorio del que formaban parte algunos socios-dueƱos que pertenecĆ­an tambiĆ©n a la generaciĆ³n nueva de dueƱos de El CĆ³ndor, el cliente nĆŗmero uno de nuestra carrocera. CorrĆ­a 1987 y se conversaba sobre el deseo y conveniencia de que Cametal haga algo parecido al Bus Bala. La suerte llamaba a mi puerta. Desde el Directorio me buscaron a mi interno y me convocaron para que escuche en vivo el pedido. Yo era un empleado que apenas tenĆ­a participaciĆ³n resolviendo paragolpes o autopartes menores. El dueƱo me lleva aparte y me dice: “Subite al auto y andĆ” a tu casa ahora. TraĆ©te ese proyecto de Ć³mnibus que me mostraste y que te mandĆ© a guardar”. Fui a mi casa y rĆ”pidamente les traje el proyecto. Al ver los planos, y especialmente la maqueta, sin anestesia me dijeron: -Hay 35 chasis Scania para hacer ya, para el verano-. EstĆ”bamos en Abril y tenĆ­amos 6 meses para desarrollar el proyecto desde la nada hasta una serie de 35 unidades para El CĆ³ndor”.

SalĆ­ a gritar y a saltar de alegrĆ­a al patio de la fĆ”brica!!. No lo podĆ­a creer!!. TenĆ­a euforia y pĆ”nico, sensaciones encontradas, y una cuenta regresiva que ya corrĆ­a…

El Jetbus pasĆ³ asĆ­ a denominarse CX  y comenzaba  a moverse luego de 4 aƱos de sueƱo e ilusiones. EstĆ”bamos fabricando el futuro.


El CX40 se aproximaba a su forma definitiva. Planos originales a tinta sobre papel calco.


Especificaciones tƩcnicas del producto estrella de la industria argentina de todos los tiempos: CX40

CX40 un producto de su tiempo

Hubo una historia antes del CX y otra luego del bautismo definitivo como CX 40 (donde 40 significaba el valor CX del coeficiente aerodinĆ”mico y tambiĆ©n aludĆ­a a los 40 aƱos de Cametal que se cumplĆ­an en ese entonces). Se hicieron alrededor de 300 y se sabĆ­a que su mercado era limitado. El Bus Bala en tanto, con serios problemas de diseƱo, calidad y terminaciĆ³n, era producido artesanalmente en el galpĆ³n de Necochea, lejos de los proveedores de la industria, en una zona con mano de obra no calificada para un proyecto de tal envergadura. Solo salieron 12 unidades terminadas y hoy es apenas un recuerdo para busĆ³logos fanĆ”ticos. Un coche ha sido restaurado original por la empresa Urquiza y hoy se lo muestra en exposiciones y eventos de vehĆ­culos clĆ”sicos.

Para nosotros la puesta en producciĆ³n del proyecto CX trajo no pocos dolores de cabeza. Su impronta delantera requerĆ­a hacer descender el puesto de conducciĆ³n por debajo de la lĆ­nea del bastidor. Plantear eso era un sacrilegio. (Los diseƱadores siempre desafiamos  a los ingenieros y ellos respondiendo con un cĆ³modo o conservador “no se puede hacer”, mantienen intacto su prestigio profesional) Sin embargo y por fortuna estaba rodeado de compaƱeros audaces e inconcientes que se despojaron de los prejuicios y procedieron a facilitarme un puesto de conducciĆ³n bajo. Fin del problema. Otro desafĆ­o fue su enorme parabrisas, inusual para lo conocido en esos tiempos. Gracias a mis colaboradores los pudimos modelizar aprendiendo sobre la marcha, y otra vez, el contar con gente que te ayuda a superar esas crisis  es el factor diferencial para lograr algo. Fue esencial para este producto el obtener buenas terminaciones y un aspecto limpio y con carĆ”cter. La fuerza laboral de una fĆ”brica que produce buses masivamente posee el know how para lograrlo y lo hizo posible. Desde las ingenuas lĆ­neas originales del primer Jetbus hasta el producto que el pĆŗblico conociĆ³ hubo un largo camino de aprendizaje, cuatro aƱos de maduraciĆ³n de la idea y de mis capacidades profesionales, un vertiginoso proceso de puesta en producciĆ³n, y un Ć©xito que se refleja hoy todavĆ­a en la memoria y la inspiraciĆ³n que ejerce en las nuevas generaciones de diseƱadores. Mi edad adulta en el diseƱo habĆ­a comenzado.

El CX 40 como producto sumĆ³ singularidades; llegĆ³ incluso a exportarse con motor Detroit Diesel a Estados Unidos, donde se lo destinĆ³ a unir el aeropuerto de Miami con Orlando en un servicio de shuttle futurista hacia los parques Disney. GanĆ³ tambiĆ©n un premio de diseƱo en EE UU, y otro en Alemania. Su final o las causas de su paulatina desapariciĆ³n fueron entre otras la limitada capacidad bajo la cabina de pasajeros. Por tratarse de un producto de nicho, novedoso sĆ­, pero que no traĆ­a todas las soluciones consigo, debĆ­a dar paso a los buses con mayor aprovechamiento de las bodegas; es decir los piso elevado, y los piso y medio (hoy ya discontinuados). La tendencia cambiĆ³ a los pocos aƱos de lanzado el CX y eso acortĆ³ su vida comercial. En los ´90 la prioridad era la carga de pago, las encomiendas; asĆ­ que el Jumbus, el MegaDic, y el primer piso y medio introducido por Troyano en 1985 eran los mĆ”s adecuados para esos usos. Otra crĆ­tica era el efecto invernadero causado en su cabina de conducciĆ³n, motivado por la fuerte inclinaciĆ³n del parabrisas. Para los choferes era muy tortuoso trabajar allĆ­ y no alcanzaba con la climatizaciĆ³n del Ć”rea.


La maqueta deja ver toda la intenciĆ³n rupturista, fotografiada desde cualquier Ć”ngulo. Lo mismo era verlo en persona.


Esquemas de cortes de pintura. Se idean desde la oficina de diseƱo para que favorezcan al producto


Cametal fue la empresa mĆ”s grande en su tiempo para la producciĆ³n de buses de larga distancia. Su aniversario 40 lo celebrĆ³ con un producto de vanguardia, diseƱado por Miguel Bustillo.


Cametal fue la empresa mĆ”s grande en su tiempo para la producciĆ³n de buses de larga distancia. Su aniversario 40 lo celebrĆ³ con un producto de vanguardia, diseƱado por Miguel Bustillo.

La valiosa experiencia de los choferes

El exitismo propio de nuestra sociedad lo puso arriba en las preferencias, pero luego la gente lo abandonĆ³ tambiĆ©n hipnotizada por otras novedades. No fidelizaron con el producto, algo que sucede en todos los Ć³rdenes de nuestro comportamiento social. Los Ćŗltimos CX que corrieron regularmente fueron vistos en lĆ­neas zonales de todo el paĆ­s. Otras empresas de transporte lo han transformado en paquetero para servicios de traslado de encomiendas, rubro donde por lo general todos los transportes terminan noblemente su vida Ćŗtil como cargueros; y el CX40 no ha escapado a este destino final. Los talleres de reconversiĆ³n de buses hoy reciben los viejos CX40 para adaptarlos y repotenciarlos como motorhomes para los equipos de apoyo y promociĆ³n del automovilismo nacional. Y ahora hay un proyecto de restauraciĆ³n de una unidad a su aspecto original, llevado adelante por la transportadora CATA para destinarla a eventos festivos o cityturs. Es un bus de culto hoy en dĆ­a. Hemos hecho maquetas como rĆ©plicas de colecciĆ³n, y hasta se vendieron juguetes en un tiempo con su diseƱo; lo que es un signo inequĆ­voco de su Ć©xito en el imaginario popular. El CX tuvo de mi autorĆ­a un proyecto de modelo mĆ”s alto, con mĆ”s bodega para proseguir con su vida comercial, pero nunca fue mĆ”s que una idea. Cametal abandonĆ³ al CX a favor del Jumbus 1 y 2, y lo terminĆ³ desdibujando (yo ya no estaba en la firma) haciĆ©ndole modificaciones que le quitaron su carĆ”cter original.

Quiero mencionar especialmente a los choferes, quienes son excelentes tester y saben mucho de buses.

Una vez viajĆ© en un CX como pasajero de lĆ­nea regular sentado en mi butaca. Al ingresar a ruta abierta me puse a conversar con uno de los conductores de manera informal. Al cabo de unas pocas palabras sueltas este hombre notĆ³ que yo preguntaba con insistencia sobre aspectos que excedĆ­an la curiosidad habitual de un pasajero comĆŗn. Grande fue su sorpresa cuando se enterĆ³ que yo era el diseƱador de ese vehĆ­culo. Acto seguido y con premura me llevĆ³ a la cabina aislada para que Ć©l y su compaƱero al volante dialoguen conmigo. Tuve trato VIP durante todo el viaje y pude tener de primera impresiĆ³n las vivencias y secretos de un oficio que no siempre es bien considerado. Ellos reverenciaban lo bueno que era el CX en ruta pero justificadamente criticaban su excesivo ingreso de luz solar y calor. Como conclusiĆ³n rescato algunas frases que resumen esta carrera entre los dos buses aerodinĆ”micos de la dĆ©cada del 80 en Argentina.

Sin tener conocimiento de que mi proyecto Jetbus existĆ­a en mi cabeza desde hacĆ­a aƱos, el Ing. GarcĆ­a me ofreciĆ³ trabajar para carrocerĆ­as Necochea e integrarme al proyecto y construcciĆ³n del Bus Bala, sobre el cual confiaba como revolucionario y absoluto. Pero la ciudad de Necochea no tenĆ­a antecedentes industriales, estaba lejos de los proveedores rosarinos y sin gente calificada. EstratĆ©gicamente no era un proyecto viable. AƱos mĆ”s tarde, con la aventura del bus aerodinĆ”mico ya definida a favor de Cametal, adquiriĆ³ peso la sentencia que, reconociĆ³ GarcĆ­a, le habĆ­an hecho a modo de advertencia: “Esta idea (El Bus Bala) es muy buena, pero cuando la haga un grande, te van a pasar por arriba”.  A decir de GarcĆ­a, su resignado mentor: “Necochea calentĆ³ la pava y Cametal se tomo el mate”.



En la fƔbrica me apoyo en las personas que conocen el material, y me brindan las soluciones a mis ideas. (Miguel Bustillo)


En la oficina rodeado de sus proyectos de antaƱo, pero con la mente siempre puesta en lo que va a venir


Fotos de busĆ³logos sostienen el recuerdo de este producto de la industria rosarina



AĆŗn convertido a versiĆ³n cargo, el CX40 seguĆ­a siendo llamativo






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