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Recuerdos, experiencia de viaje con nieve en Fenix Pullman Norte LTDA Servicio Internacional año 1996


Mercedes Benz Monobloco O 371 RS Fenix
Foto referencial donde se aprecia uno de los Mercedes Benz Monobloco O 371 RS en cual se realizó el trayecto del siguiente relato
Foto: Raúl Vich

Por: Miguel Ángel Fuentes Tapia
Responsable de Fan Bus

Todos en algún momento de nuestra vida realizamos un viaje de esos inolvidables que por diversas razones se transforma en una experiencia para recordar. A modo personal aún recuerdo cuando cruce la cordillera en bus con tormenta de nieve y cadenas, lo cual podrán apreciar en el siguiente relato.

Era el año 1996, precisamente el mes de agosto bastante intenso en cuanto a clima frío, mi madre, hermano y yo estábamos de visita aquí en Chile. Vivíamos en la provincia argentina de Mendoza, así que era común de vez en cuando cruzar la cordillera para estar en nuestro país.

Como toda la vida me han gustado los buses, el viaje no era un inconveniente, siempre esperaba con expectativa el día de tomar los bolsos y abordar un bus, en esos años nuestra empresa preferida era "Fenix Pullman Norte LTDA" cuando esta aún no pertenecía a Buses Ahumada. Resumiendo un poco nosotros, al ser pasajeros habituales de Fenix teníamos más que asegurados los asientos. En una época donde la demanda de pasajes era alta, por lo cual se cuidaba a los pasajeros más fieles.

El día clave

Precisamente aquí en Los Andes el día estaba nublado y con muy baja temperatura, la cordillera era cubierta por un manto oscuro de nubes mientras en el viejo terminal rodoviario el movimiento de pasajeros se intensificaba. La oficina de Fenix era un centro de información y consultas para quienes viajábamos a Mendoza, ya que existían dudas acerca de poder cruzar la cordillera.

Entre la expectativa e inquietud de viajar deseaba poder abordar el bus para estar en un ambiente más cálido, lógicamente también en movimiento escuchando el motor. De pronto apareció el protagonista de todo un Mercedes Benz Monobloco O 371 RS que lucia impecable e imponente, preparado para demostrar su confiabilidad. (foto de portada)

Abordamos, recuerdo que fui el único pasajero sin compañero de asiento "solo" algo ventajoso y más cómodo sentado en los penúltimos asientos del lado izquierdo. Lugar cercano al gran mueble de fábrica que equipada al bus donde estaba todo lo necesario para el servicio de alimentación abordo y frente al mismo el baño ubicado en el lado derecho.

Tras algunos minutos en espera, al conductor le informaron que eventualmente no podríamos completar el trayecto de forma exitosa debido a la nieve o condiciones climáticas. Con una seguridad única, el conductor se ubicó en el pasillo mirando a todos los pasajeros en medio de un silencio expectante para argumentar que bajo su responsabilidad llegaríamos a destino.


Iniciando el viaje

El sonido de la calefacción y la marcha suave del bus saliendo desde el terminal eran el indicio de un viaje que comenzaba, mientras el cordial auxiliar abordo ofrecía desayuno a quienes habíamos abordado en Los Andes, yo pedí te y disfrute de dos exquisitos alfajores marca "Tatin". A medida que avanzábamos el cielo se volvía más oscuro, como también se comenzaban a ver camioneros en el borde de la ruta realizando fogatas o compartiendo algo para comer, debido al peso que trasladan y las condiciones climáticas, ellos siempre deben esperar.

Saludos o gestos de aquellos hombres que mueven el mundo con sus máquinas eran lo necesario para comprender que el camino sería complejo. Llegamos al control de Carabineros que está aproximadamente a 25 kilómetros del antiguo Complejo Fronterizo Los Libertadores, para ello debíamos pasar la conocida "Cuesta Caracoles" o simplemente "Caracoles" 29 curvas en ascenso.

Postura de cadenas

Tras avanzar saliendo del control de carabineros en una curva antes de comenzar el ascenso, el bus se estacionó a un costado de la ruta, la tripulación debía poner cadenas, ya que había hielo en la calzada. Lo anterior era la previa a una tormenta de nieve, por lo cual se debía circular con mayor precaución y seguridad.

El conductor junto al auxiliar se pusieron sus overoles para sacar las cadenas guardadas en el compartimiento de herramientas, tras el estiramiento y revisión de las mismas comenzó la labor de postura. Con ayuda de personal vial más la tripulación, los movimientos hacia adelante y atrás no se hicieron esperar para enganchar las cadenas.

Revisados los neumáticos traseros más la postura de las cadenas y un breve avance en el lugar, estaba todo listo para comenzar a circular, mientras comenzaba a caer viento blanco. Iniciamos la marcha lenta con el traqueteo tradicional de las cadenas, todo acompañado de giros muy precisos en las curvas donde el conductor demostró su experiencia sin patinadas o exceso de revoluciones del motor trasero, ya que por mi ubicación podía escuchar el sonido del mismo.

El inicio de lo mas intenso

Tras haber subido caracoles con éxito llegamos a Los Libertadores para hacer el trámite de salida desde Chile, al regresar al bus había comenzado a nevar, no era una gran nevazón, pero se hacían sentir de forma sutil los pequeños copos de nieve. Nuevamente, abordo nuestro andar pausado volvió donde los neumáticos "encadenados" fueron nuevamente revisados para asegurar la tensión adecuada.

Cruzamos el Túnel Internacional Cristo Redentor a una altura de 3.200 msnm (metros sobre el nivel del mar) el mismo divide la frontera entre Chile y Argentina, donde en su interior se indica el territorio de cada país con los escudos respectivos. La sorpresa fue grande al salir del túnel y observar que ya en territorio argentino nevaba de forma intensa, el camino era una huella rodeada de nieve que permitía observar la mitad del paisaje blanco a través de las ventanillas del bus.

Un silencio invadió todo el bus, creo muchos pasajeros creyentes y de fe pidieron protección porque quedar en medio de la nieve sin poder avanzar por cualquier razón no era lo ideal. Aquel silencio me hizo pensar en el poder de la naturaleza.

Avanzábamos muy lento, el viento y la nieve no daban tregua mientras el fiel O 371  seguía demostrando que estaba diseñado para transportar pasajeros de forma segura, la temperatura en el interior era cálida afuera el frío congelaba cualquier cosa. Todo era blanco e inquietante mientras la incertidumbre de poder continuar se mantenía, en un momento demostrando arrojo y valentía el auxiliar a bordo descendió para servir como guía al conductor que conducía por el centro de ambos sentidos.

La tranquilidad llegó cuando el auxiliar avisó que estábamos cercanos a Horcones (aduana argentina) y también cuando estableció diálogo con el resto de los pasajeros acerca del complejo trayecto que nos había tocado pasar. Recuerdo haberle comentado "pasamos lo difícil" él respondió "si campeón si vamos en un Fenix" como niño, en esos años esas palabras fueron geniales porque en parte hacían alusión también al ave mitológica.

Aduana y espera

La cola de vehículos en horcones era larga, por lo cual descender a jugar con algo de nieve pasó a ser una ilusión sumando una nevada algo menos intensa. Paseos por el pasillo, conversaciones con mi madre y hermano eran algunas actividades en la espera mientras el motor en ralentí mantenía su incansable ritmo.

En la espera, algunos viajeros comenzaron a inquietarse luego de (algunas horas) comentarios como "y el almuerzo cuando" "tenemos hambre" fueron escuchados por los tripulantes para cumplir con lo habitual en esos años el almuerzo que era entregado por todas las empresas. El auxiliar ingresó a la aduana y regresó con dos cajas tipo "troleys" utilizadas también en los aviones donde venían las bandejas con la deseada alimentación.

Como teníamos tiempo había que aprovechar la instancia para comer, recibí mi bandeja para disfrutar de una milanesa (escalopa) con arroz, ensalada de lechuga (con aliños aparte), pan y de postre una porción de flan más un vaso de Pepsi je, je, je. Como un fanático de ese menú me comí todo lo que fue una ventaja tras el retiro de las bandejas, ya que conseguí otro vaso de bebida.

Tramites y salida de la aduana

Luego de una espera eterna, más almuerzo estábamos listos para realizar los trámites de ingreso a Argentina, eso si los niños nos quedamos abordo del bus por el frío intenso del exterior, solo los adultos descendieron. Para realizar el control de los menores abordó una funcionaria de aduanas muy simpática por lo demás.

El trámite demoró más de lo habitual debido a que ese día el personal aduanero había intensificado sus labores, algo reflejado en todos los vehículos que estaban ingresando a Mendoza. Después horas al fin salíamos de la aduana en el exterior, la noche se hacía notar, ya no nevaba, pero si había nieve en la ruta, por lo cual aún era necesario utilizar las cadenas que fueron retiradas cuando ya era seguro circular sin ellas.

Alegría festejo y termino del viaje

El ambiente tras haber pasado un intenso día se distendió, la música con hits de los 80 y 90 no se hicieron esperar agregando una ronda de café,te o gaseosa acompañado lo anterior con alfajores todo servido por quien no solo fue asistente en ruta también alguien que generó calma y se transformó en un amigo.
Algunos pasajeros pudieron retirar de entre sus asientos algunas prendas menores ocultas para vender en Argentina, dentro de todo él matuteo siempre está presente en los viajes.

Tras haber salido desde Los Andes a las 11:00 de la mañana arribamos al Terminal de Ómnibus de Mendoza a las 23:30, la oficina de Fenix era la única que estaba abierta, ya que cuando nosotros ingresamos al Túnel Cristo Redentor el paso se cerró. En el andén nos esperaba mi padre sorprendido por el largo viaje que habíamos pasado, mientras el Mercedes Benz Benz Monobloco O 371 RS lucia salpicado de nieve derretida con algo de barro pero con la garantía de haber llegado a destino

Reconocimiento a la tripulación

Profesionales del transporte de pasajeros, eso eran aquellos tripulantes, conductor y auxiliar que con dedicación lograron mantener a un grupo de personas seguras y tranquilas a pesar de las circunstancias. Donde el diálogo y atención a las inquietudes o dudas fueron claves, sin dejar de lado la cercanía respetando a cada persona.

Por siempre...

"Fenix Pullman Norte LTDA Servicio Internacional"

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5 Comentarios

Unknown dijo…
Geniales eso recuerdos. Me acorde de los Tramaca cuando viajaba al norte o los Flota Barrios (antes que pasarán al lado oscuro).
Unknown dijo…
YO AHORA HE VIAJADO EN PULLMAN DEL SUR A BUENOS AIRES ARGENTINA Y QUE ES COMO SI QUE VIAJARA A FENIX PULLMAN NORTE LTDA SEVICIO INTERNACIONAL DE SANTIAGO DE CHILE HACIA BUENOS AIRES ARGENTINA Y DE BUENOS AIRES ARGENTINA A SANTIAGO DE CHILE
Unknown dijo…
Lindo recuerdo....yo trabaje en la empresa como administrativo... Conocí grandes profesionales al volante....fue un orgullo... Trabajar en esa gran empresa...MARCELO RAMOS es mi nombre...saludos.
hosting dijo…
Extraordinario reporte, lo hace a uno ponerse nostálgico de otras épocas.
Fan Bus dijo…
Nunca es malo recordar, verdaderamente son instancias en la que se puede activar la maquina del tiempo imaginaria.